Mi primer acercamiento al tango fue a partir de la música.  Como estudiante de guitarra empecé a escuchar y a tocar, me atrapó por completo, y un día me dio curiosidad por el baile también, y me atrapó más aún.

Después de idas y vueltas con diferentes profesores la conocí a Marta Famá, que me enseñó el tango milonguero. Después de varios meses de tomar clases con ella me ofreció ser su asistente  y trabajamos juntos durante ocho años. Mientras, me seguía formando con otros profesores, incursionando más que nada en el tango salón. Los que más me influenciaron fueron Fernando Galera y Vilma Vega, Roberto Leiva y Maricel  Gómez, Julio Balmaceda y Corina De La Rosa.

He realizado exhibiciones en muchas de las milongas de Buenos Aires y algunas del interior y he participado también en espectáculos, como el show Milonguísimo, dirigido por Oscar Héctor.

Desde que empecé a trabajar con Marta no pare hasta el día de hoy: tomando clases, bailando, dando clases, participando en campeonatos, haciendo exhibiciones, organizando milongas y  pasando música, descubriendo mi vocación en el baile y en la docencia en el tango.